
¿Salvajada o “humanada”?
"¡Pobre asno! ¡Tan bueno, tan noble, tan agudo como eres! Irónicamente... ¿Por qué? ¿Ni una descripción seria mereces, tú, cuya descripción cierta sería un cuento de primavera? ¡Si al hombre que es bueno debieran decirle asno! ¡Si al asno que es malo debieran decirle hombre!" Juan Ramón Jiménez (Platero y yo) Cada vez que tengo que escribir la palabra "humanismo" como sinónimo de bondad y altruismo, lo hago coronándola con hermosas comillas inglesas a ambos lado de la palabra


Gracias Su Santidad por su visita a Latinoamérica
La moral cristiana ha limitado sus prescripciones exclusivamente a los hombres y ha dejado al mundo animal sin derechos. Sólo hay que ver cómo nuestra plebe cristiana se comporta con los animales, cómo los mata sonriendo y totalmente sin sentido, o cómo los mutila y martiriza, cómo fatiga al máximo a sus propios caballos viejos para sacarles la última médula de sus pobres huesos, hasta que mueren a causa de los golpes. Se podría decir en verdad que los hombres son los demonio


Tauromaquia: amor profundo y odio visceral
No debe haber espectáculo que genere más controversia sobre la faz de la Tierra que la tauromaquia. En este plano no hay posibilidad para medias tintas: despierta vítores de exultante embeleso y los más acendrados y hostiles detractores. Aficionados, literatos y encumbrados profesionales de todas las disciplinas se ubican en una ribera o la otra y es inadmisible adoptar una postura indiferente. Por allí aparece el dramaturgo gallego Ramón María del Valle-Inclán con un concept


"Amo a los animales, pero me fascina la carne"
ADVERTENCIA: El siguiente artículo contiene textos e imágenes no aptas para personas "sensibles", también requiere la orientación a niños y adolescentes por parte de sus padres. Se requiere discreción. Se hace imprescindible agregar a la exhortación anterior una máxima de la rica paremiología castellana: "no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere escuchar". Vale, además, la aclaración que si eres vegano –que intenta vender su visión del mu


¡Señora Vaca, usted sabe "trabajar"!
La imagen que nos vende la publicidad es siempre la de una vaca lechera pastando libremente en las praderas -como la de una prestigiosa fábrica de chocolate de origen suizo-, en plena armonía con la naturaleza, junto a sus crías. Mediante ese embuste se oculta la realidad, que habla de embarazos y trabajos forzados, hacinamiento, falta absoluta de higiene, etc. Las vacas que aparecen dibujadas con una sonrisa contagiosa, en la vida real están sometidas a todos los atropellos