

“¿Qué cuento me vas a hacer, si yo llegué a los ochenta y cinco años comiendo carne y bebiendo leche
Causas para estigmatizar el veganismo surgen por generación espontánea y en cantidades industriales y están respaldadas por el ejército más numeroso y mejor blindado del mundo: el de los carnívoros “por naturaleza”. Las redes sociales –que llegaron para quedarse por un buen tiempo- sumadas a los viejos medios masivos de comunicación, hacen que la defensa a ese statu quo sea implacable. A esos milicianos, a muy temprana edad se les incorpora en el cerebro un chip que dictamina


¡#$%&/+%$#* (PALABRAS QUE NO SE PUEDEN TRANSCRIBIR POR SU ALTO CONTENIDO VIOLENTO)
Indudablemente los veganos recorremos otras aristas, exploramos otros senderos y dichas circunstancias provocan interferencias y cortocircuitos con el resto de la humanidad –que le cuesta una enormidad los cambios-. Los otros días, un gran amigo dio en la tecla con un comentario que hizo público referente a mi nueva realidad, enfocada hacia el respeto de la vida animal, en otras palabras, tras la ruta del verdadero camino hacia la equidad y la Justicia: “permíteme que te seña