top of page

¡Despiértate! El médico hará todo lo posible para mantenerte cerca; ¡no sabe vivir sin ti!


"...Otro mal que aqueja a millones de personas es el colesterol. Decenas de amigos míos toman una medicina todos los días para mantenerlo en los niveles normales. Un dato no menor y que podría ayudar a muchísima gente es entender que el colesterol se encuentra solamente en los alimentos cárnicos. Ese dato por sí solo, pone en evidencia que estamos haciendo las cosas mal. Los matrimonios retirados de la actividad laboral, no tienen la suerte de vivir un proceso de transición para adaptarse a la nueva vida. Una vez que accedieron al retiro y se disponen a disfrutar de la vida, empiezan a descubrir achaques, dolores y enfermedades que desestabilizan su calidad de vida y la de su bolsillo. La mente desocupada, hace bajar la guardia de todo el cuerpo y de esa manera comienzan los síntomas, en donde la preocupación mayor estará en que el presupuesto no va a alcanzar para comprar todos los remedios –que oficiaran de meros paliativos, debido a que el mal ya está generado hace muchísimos años–. Así como las sociedades organizan el retiro de sus mayores mediante las pensiones, cada uno de nosotros debería poner en una alcancía “moneditas” de salud. Cuando lleguemos a la tercera edad, nos daremos cuenta si hemos acumulado fortunas o si estamos en cifras en rojo. La fortuna implica poder llevar una vejez de forma decorosa, comiendo saludablemente y haciendo deporte, mientras que los números rojos son sinónimo de montañas de remedios y constantes visitas al médico..."


Resulta increíble constatar que solamente mediante la modificación de ciertos estilos de vida está la solución a casi todos los males. A propósito, Gandhi escribió en forma magistral: “Vale la pena analizar por qué escogemos la profesión médica. No cabe duda de que no se escoge para servir a la humanidad. Nos convertimos en médicos para obtener honores y riqueza. Me he empeñado en demostrar que en esta profesión no hay un verdadero servicio a la humanidad y que es nociva para todos los seres humanos. Los médicos hacen gala de sus conocimientos y cobran sumas exorbitantes. Sus preparados, que tienen un coste intrínseco de unos pocos peniques, cuestan chelines. El pueblo, con su credulidad y su deseo de librarse de algunas enfermedades, permite que lo estafen. ¿No son entonces mejores los curanderos, a quienes conocemos, que los médicos que se las dan de humanitarios?”


“Hemos adquirido el hábito de llamar al médico por la más trivial de las enfermedades y, donde no hay médicos, se busca el consejo de simples curanderos. Vivimos con la fatal ilusión de que ninguna enfermedad puede curarse sin medicamentos. Esta creencia ha hecho más daño a la humanidad que cualquier otro mal. No cabe duda de que tenemos que curarnos las enfermedades, pero no son los medicamentos los que las curan. Y no solo son estos sencillamente inútiles, sino que a veces son decididamente nocivos. El hecho de que un hombre enfermo tome pócimas y medicamentos es tan tonto como intentar cubrir la mugre que se ha acumulado en el interior de una casa. Cuanto más se la cubre, más rápido será el proceso de putrefacción. Y lo mismo sucede con el cuerpo humano. La enfermedad o el malestar es solo la advertencia que nos hace la Naturaleza acerca de que hemos acumulado inmundicias en alguna parte del cuerpo: sin duda, sería sabio dejar que la naturaleza la removiera, en lugar de cubrirla con la ayuda de medicamentos”.

Alejandro Goldstein (Fueron felices y comieron perdices)

Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page