El cambio es lo permanente. Asúmelo con responsabilidad y alegría

Afortunadamente -ya peinando canas- recuperé totalmente la visión. No es que fui ciego de nacimiento. La naturaleza me dotó de dos ojos, pero la visión amplia y generosa con la que mis padres me trajeron a este mundo, de a poco se fue diluyendo -contaminando, diría yo-, transformándose en lineal en mi adolescencia, hasta la tinieblas de mi madurez. Diversos factores socioeconómicos fueron minando esa visión amplia, pura e inocente, hasta que la oscuridad absoluta se apoderó de mí. A muchos la autopista de la información los introdujo en un mundo hostil, carente de valores y signado por la violencia; a mí, en la verdadera misericordia y en los escabrosos caminos de aquellos que buscan afanosamente la equidad. Además transformó aquella visión lineal en periférica. A veces se hace imprescindible mirar a los costados para ver en qué cloaca convertimos al planeta, tanto desde el plano espiritual como físico. El cambio es lo permanente y se hace imprescindible que lo asumas con responsabilidad y alegría. No por cuestiones azarosas la palabra reconocer se lee tanto al derecho como al revés. ¡Asume, reconoce que estás equivocado, da ese paso de gigante que impedirá la masacre de miles de inocentes por minuto y que te dará , además, el excelente estado de salud que de manera cándida buscas en los médicos y en la industria farmacéutica. Esta última está para generar dinero, nada más que eso. ¿Verdad que el médico y la industria farmacéutica ya te vencieron? Hace años que te tienen sujetado de los cojones, pero, ¡quédate tranquilo!, ellos no te van a liberar, te necesitan para seguir viviendo. La liberación va a venir desde tu mente y desde tu corazón. Prueba dejar todos los remedios, deja de comer "productos" de origen animal, ponte las zapatillas y sal a correr. Los resultados los tendrás en días. ¡Tu panacea y la de tu planeta están más cerca de lo que crees, al alcance de tus manos! Simplemente con ingerir alimentos adecuados a tu naturaleza estarás dando un paso de gigante para alcanzarlas! George Orwell supo decir: "en una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario." Y una de las formas más nobles de decir la verdad es evitar los tendenciosos eufemismos. La revolución más justa en la historia de la humanidad te espera con los brazos abiertos. ¡No le tengas miedo, no muerde!