top of page

"Amo a los animales, pero no puedo dejar de comer huevo"


En un mundo lleno de hipocresía, intolerancia y violencia, son pocas las alegrías que tenemos los veganos. A manera de ejemplo, si quiero comenzar la semana con optimismo, ese estado de ánimo se desvanece en un santiamén, cuando al frente de mi casa, un camión lleno de seres vivos hacinados, esperan su ejecución que los transformará en comida. Esa demoledora bofetada que recibo todos los lunes a la mañana, siempre a la misma hora, condiciona de cierta manera mi semblante y es tal la rebeldía que me produce que en lugar de bajar los brazos, redoblo mis esfuerzos para que este "genocidio" acabe de una buena vez.


Con el correr de los años, trato de evitar las fiestas, las reuniones, los eventos sociales, pues absolutamente todos están contaminados con el maltrato animal. No puedo ni quiero evitarlo. En aras de mantener la armonía familiar, no me queda otra alternativa que dar pequeñas concesiones en forma esporádica.


Cuando escribí el libro "Fueron felices y comieron perdices", mi padre fue muy "optimista" respecto de la repercusión que el mismo podía tener en mis escasos lectores: "quizás en doscientos años la gente pueda llegar a entender tu mensaje". El viejo tenía razón, pero eso fue hasta hoy porque las noticias me indican que algo está cambiando.


Hoy amanecí con la información que esperé durante tantos años. Se me llenaron los ojos de lágrimas al comprobar que la liberación animal dejó de ser una entelequia, para pasar a ser una realidad tangible. Hasta me sentí orgulloso de mi mismo, pues con tantos artículos, página web y hasta un libro, sentí que de alguna manera yo había contribuido para hacer realidad el sueño de tantos veganos.


No quise leer el artículo; con leer el título era más que suficiente. La noticia me maravilló sobremanera porque se da en una geografía en donde se hace apología al consumo de cadáveres vacunos. El solo hecho de pensar que en la provincia de Entre Ríos (república Argentina) pasa a ser delito comer vacas, pollos y peces, me hace llegar a la conclusión que es verdad lo que pregona el refrán: "la justicia tarda, pero llega". ¿O me equivoco?


https://www.conclusion.com.ar/corazon-animal/inedito-entre-rios-declaro-a-los-animales-sujeto-de-derechos/01/2019/?fbclid=IwAR1I6AE-myTv6uaPFWJgXIcs-ENIAxqTggHgRYvpnVf8kfawG4WXpfkg_x0


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page