La "inteligencia" de los adultos

Nos encanta entablar diálogos tontos (en tonalidades tontas) con nuestros bebés -como si estos fueran infra dotados-. Nos parece muy educativo enseñarles que a los perros se les llama "guau guau".

Creemos tener el poder y nos sentimos con derecho a engañarlos con estupideces, a saber: Santa Claus, Reyes Magos, ratón Pérez y el "cuco". Pero el poder es de algunos otros adultos...y esos son los que te van manipulando desde la cuna.

Mientras persistas en el uso de cremas "anti age", fajas reductoras, pastillas para adelgazar y visites periódicamente clínicas para perder peso...

Mientras sigas recurriendo a médicos y fármacos para curar tus enfermedades...

Mientras continúes considerando que la compra de una casa, un auto o el último Iphone es un logro que te dará felicidad...

Mientras pienses que consumir Coca Cola es "la chispa de la vida"...

Mientras te refugies en el alcohol, y llegues a la conclusión que el psicólogo o el psiquiatra calmarán tus frustraciones y ansiedades...

Mientras consideres que comer animales y beber sus secreciones mamarias está bien porque supuestamente no está prohibido por tus libros sagrados...

Mientras ocho horas de televisión diarias te sirvan para evadirte y por esa razón te pierdas todos los amaneceres...

.....no tienes el derecho moral de decirle a tu hijo que los "reyes son los padres". Él cree -porque todavía confía en ti- en las dos o tres idioteces que tú le vendiste; tú, con todos tus años de experiencia, en todas las demás.

Nos encanta comprar belleza. Lo único que miramos en este mundo impúdico es la cobertura, la fachada. El interior y la esencia no cuentan en absoluto. Compramos perros de marca y desechamos los "marca perro". Vestimos zapatillas "Converse" porque son las originales y nos burlamos de los pobres que usan las "imitaciones". Las mujeres negras se ponen lentes de contacto del color natural de Elizabeth Taylor para ser más atractivas. Aquellas que tienen busto pequeño se lo agrandan para sentirse "más seguras" y si no tienen dinero para ello optarán por los sostenes con mucho algodón.

En lugar de ver gente abarrotando librerías y salas de teatro, estamos siendo testigos de tontos robotizados yendo a orar a iglesias pentecostales -que por el camino van dejando el poco raciocinio que les quedaba antes de ingresar a dichos antros y las míseras monedas que aún permanecían en los bolsillos llenos de aire-.

Hace setenta años el pueblo más culto del Europa aprendía a mirar con embeleso al líder que les enseñó que formaban parte de la raza superior. Luego apareció otro mesías llamado Jim Jones; poco trabajo le costó convencer a novecientos doce "fieles" de Guyana de que debían suicidarse. Más acá en el tiempo tenemos las Twins Towers de Nueva York.

Estamos al borde del precipicio y ese paso al frente para caer al abismo está ahí mismo, muy cerca. Dar un paso hacia atrás, hacia las fuentes, los orígenes, nos dará el impulso para recuperar la confianza y encarar la salud del planeta con la alegría y la tranquilidad de que estaremos en la senda correcta.

¿Este es el mundo que quieres para tu hijo?

El planeta sufre y llora y el mundo todavía no sabe interpretar esos lamentos llamados cambio climático, sequía e inundaciones. ¡Ha llegado la hora de apagar el televisor y comenzar a reflexionar! La gran opción y la verdadera panacea para este planeta se llama veganismo. ¡Lee, cultívate, desecha lo que tu mamá y tu abuela te enseñaron! Ellas te aman, pero no tienen la culpa de tener el cerebro contaminado.